La ciudad "perdida" de Angkor
Al Oeste del pais de Camboya, antigua Indochina, se encuentran los restos de una ciudad inmensa que devora a los arboles que devoran la ciudad. Piedras, Garudas y Apsaras de mas de mil anhos que cambian de color con el paso del dia. Ninhos que te persiguen con una sonrisa para venderte agua fria para apaciguar el sol abrasador.
El lugar es magico, pese a que en la ciudad ahora habitan ordas de comerciantes y grupos de humanos con camaras de fotos (y no sabria decir de que grupo hay mas numero). Las petreas miradas que te observan desde lo alto, las seductoras danzarinas Khmeres y las miticas batallas entre dioses, demonios y angeles nos transportan en el tiempo. Algunos de los templos se pueden ver como eran hace mil anhos... y otros se ven como los encontraron los exploradores hace apenas doscientos. Imposible decir cual de las dos visiones es la mas epica, o al menos la mas bonita.
Pero es imposible evocar la imagen de semejante lugar y olvidar los ninhos de los que hablaba antes. Comerciantes profesionales que juntos podrian construir una torre de babel y que son capaces de luchar con todas sus armas por sacar medio dolar mas por unas postales, un chal de seda o unos pantalones de hippie "wanna be" (i.e. "wanna be hippie"). Esos mismos genios siguen teniendo claras las cosas importantes, las prioridades en la vida. Saben perfectamente que una partida de Escondite ha de jugarse sin prisas y terminarse antes de volver a la tediosa tarea de vender chuminadas a los aburridos turistas. Esos comerciantes, son ninhos ante todo. Tienen historias que contar. Tienen suenhos que compartir. Tienen ganas de escuchar "you are very pretty" or "you are very handsome" en lugar de un regateo o un "no thank you" o un "leave me alone".
Esos ninhos estan cargados de sonrisas que regalar. De dibujos de flores y princesas para alguien que les mire a los ojos. Están encantados de estar en fotos que recibiran por email, aunque nunca hayan visto un ordenador. Tienen flores escondidas para aquellos que se atrevan a esperar a su lado y escuchar alguno de sus bonitos suenhos.
Nosotros, quiza sin querer, o quiza porque siempre nos han atraido mas las cosas que estan vivas que equellas inertes (por bonitas que sean) fuimos afortunados y disfrutamos de este Angkor. El de los habitantes de la ciudad perdida. Los que duermen en una casita detras de un templo... puede que igual que hace 8000 anhos. A lo mejor todos los que visitan Angkor tambien ven esta parte. En ese caso, seguro que todos se van sintiendose unicos. Sintiendose especiales. Sintiendo que han vivido ese algo que sin estar en los libros es la esencia del lugar.
Quiza sea esta, y no otra, la magia de la ciudad de Angkor. Que devora los arboles que devoran la ciudad...
Buenas noches a todos... donde quiera que esteis!
Heiwa
XX
PS: Para fotos visitad el blog de Osku. El resto estaran disponibles en un par de dias... cuando Chiqui se recupere de su agotador viaje.
El lugar es magico, pese a que en la ciudad ahora habitan ordas de comerciantes y grupos de humanos con camaras de fotos (y no sabria decir de que grupo hay mas numero). Las petreas miradas que te observan desde lo alto, las seductoras danzarinas Khmeres y las miticas batallas entre dioses, demonios y angeles nos transportan en el tiempo. Algunos de los templos se pueden ver como eran hace mil anhos... y otros se ven como los encontraron los exploradores hace apenas doscientos. Imposible decir cual de las dos visiones es la mas epica, o al menos la mas bonita.
Pero es imposible evocar la imagen de semejante lugar y olvidar los ninhos de los que hablaba antes. Comerciantes profesionales que juntos podrian construir una torre de babel y que son capaces de luchar con todas sus armas por sacar medio dolar mas por unas postales, un chal de seda o unos pantalones de hippie "wanna be" (i.e. "wanna be hippie"). Esos mismos genios siguen teniendo claras las cosas importantes, las prioridades en la vida. Saben perfectamente que una partida de Escondite ha de jugarse sin prisas y terminarse antes de volver a la tediosa tarea de vender chuminadas a los aburridos turistas. Esos comerciantes, son ninhos ante todo. Tienen historias que contar. Tienen suenhos que compartir. Tienen ganas de escuchar "you are very pretty" or "you are very handsome" en lugar de un regateo o un "no thank you" o un "leave me alone".
Esos ninhos estan cargados de sonrisas que regalar. De dibujos de flores y princesas para alguien que les mire a los ojos. Están encantados de estar en fotos que recibiran por email, aunque nunca hayan visto un ordenador. Tienen flores escondidas para aquellos que se atrevan a esperar a su lado y escuchar alguno de sus bonitos suenhos.
Nosotros, quiza sin querer, o quiza porque siempre nos han atraido mas las cosas que estan vivas que equellas inertes (por bonitas que sean) fuimos afortunados y disfrutamos de este Angkor. El de los habitantes de la ciudad perdida. Los que duermen en una casita detras de un templo... puede que igual que hace 8000 anhos. A lo mejor todos los que visitan Angkor tambien ven esta parte. En ese caso, seguro que todos se van sintiendose unicos. Sintiendose especiales. Sintiendo que han vivido ese algo que sin estar en los libros es la esencia del lugar.
Quiza sea esta, y no otra, la magia de la ciudad de Angkor. Que devora los arboles que devoran la ciudad...
Buenas noches a todos... donde quiera que esteis!
Heiwa
XX
PS: Para fotos visitad el blog de Osku. El resto estaran disponibles en un par de dias... cuando Chiqui se recupere de su agotador viaje.
posted by Heiwa at 12:48 p. m.
5 Comments:
Está naciendo un escritor!
Muy bonito bro!
Que guapas las fotos, ¿Visteis a Balu y a Bagheera?
Me sigues dando envidia, cap***lo :-P
Ya veo yo en las fotos de Osku, quién lleva pantalones de wanna be hippie...ni la selección brasileña luce tanto el verde y amarillo!! ;o)
Disfruta.
Un saludo,
Manuel
Pues claro que vimos a Balu y Bagheera!!! Y a Ka, y a miles de pequenhos Moglies!!! Se me paso mandarles recuerdos tuyos, Ran... pero supongo que sigues en contacto con ellos :oP
Y... si... los pantalones de wanna be no iba por otros que por nosotros mismos ;o)
Manhana a Laos!!!
Todo lo que se cuenta es veridico... y aun asi hace falta estar alli para verlo. Y experimentar el caos gore de la inaguracion de una pagoda, y un atardecer en lo alto de alguno de los templos, y sentarse al borde de un estanque con los niños y sus risas, y que te ofrezcan flores por el camino, y que te sonrian, saluden, asedien por los caminos, y un batido de frutas escuchando a Manu Chao, y el autobús roto en el camino, y pedalear contra reloj en una bici eléctrica, ...
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